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“Como es el desayuno se va a saber como es el almuerzo y la cena”… dice el dicho popular. Lo que acaba de pasar en la Copa Libertadores 2025 con los equipos colombianos preocupa de cara a lo que pueda suceder con el Bucaramanga y Atlético Nacional. A Santa Fe y Tolima no les sobró nada en lo futbolístico, pero quedaron debiendo en una materia importante: carácter. Desde el 2021, no se clasifican los cuatro representantes del país a la fase de grupos.
En el papel eran dos equipos ganables. Ni el más pesimista de los hinchas del Tolima y de Independiente Santa Fe, se veían tan rápido, afuera de la Copa Libertadores. Sin embargo, no estuvieron a la altura, cometieron errores infantiles y se quedaron con las manos vacías. Es claro que hay una crisis en el FPC. Hace bastante, Colombia dejó de meter miedo en el certamen continental.
Ni hablar de lo que se viene en la Copa Sudamericana donde los equipos Colombia se tienen que eliminar entre ellos. Millonarios viajará a Manizales a jugarse “una final” contra el Once Caldas. Por otro lado, Junior y América -que se reforzó para ser protagonista en la misma– se verán las caras en Barranquilla.
Santa Fe, un león dormido
No hizo un mal partido en Chile. Sin embargo, en su casa fue un Santa Fe blandito, que cometió muchos errores y que tuvo en Pablo Peirano un entrenador sin brújula. Lo plantó mal desde el comienzo y su equipo sólo metió miedo cuando estaba por caer el telón. En la definición por penales, los referentes fallaron. Adiós al sueño de Libertadores y del objetivo principal que se había trazado la dirigencia. Fue un león dormido.
Tolima, un equipo ingenuo
Tolima fue superado en casa por un equipo organizado tácticamente y al que no pudo hacerle daño. En Arequipa, por más que lo intentó, le costó muchísimo. Tuvo el balón pero jugó muy lejos del arco de Melgar. Al final, la defensa regala un penal. Los peruanos marcan y liquidan la serie. Muy blandito el Vinotinto. Muy lejos de lo que se vio alguna vez. Un elenco sin alma y sin carácter.
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